A pesar de su fama de esquivos e independientes, los gatos entran a formar parte de nuestra vida más allá de lo imaginable. Acompañándonos día y noche, muchas veces de forma imperceptible, otras de manera más manifiesta y juguetona. Su pérdida es la de un compañero incondicional que nos brinda juegos, caricias y mucho afecto. Un compañero, que ha formado parte de nuestras vidas y al que seguramente hemos tratado casi como a un hijo nuestro.

A pesar de su fama de esquivos e independientes, los gatos entran a formar parte de nuestra vida más allá de lo imaginable. Acompañándonos día y noche, muchas veces de forma imperceptible, otras de manera más manifiesta y juguetona. Su pérdida es la de un compañero incondicional que nos brinda juegos, caricias y mucho afecto. Un compañero, que ha formado parte de nuestras vidas y al que seguramente hemos tratado casi como a un hijo nuestro.

Para la mayoría de las personas, la pérdida de su gato deja un vacío difícil de llenar y es, en casi todos los casos, comparable a la pérdida de un ser querido. Sin embargo, en nuestra cultura no hacemos ceremonias para despedir al que fue un compañero en buena parte de nuestra vida.

La pérdida de tu gato puede ser tu primera experiencia con la muerte. Reconocer y elaborar nuestros propios sentimientos puede ser de gran ayuda. Hablar sobre la pérdida es una de las mejores formas de afrontar la muerte de un ser querido, y esto es lo que hace la mayoría de la gente cuando se reúne tras un funeral y comparte sus recuerdos sobre el fallecido. Reconocer y asumir el duelo y hablar con tus amigos y familiares sobre tu gato fallecido puede ayudarte a empezar a sentirte mejor. Por esta razón hemos creado Animalia. Un lugar en plena naturaleza donde poder despedir a tu mascota y dejar fluir tus sentimientos.

El duelo se manifiesta de muchas formas distintas. Hay gente que llora mucho. Otras personas pueden tardar cierto tiempo en asimilar la muerte de su gato. Algunas dejan de interesarse temporalmente por las cosas con las que antes disfrutaban y desean estar más tiempo a solas. Y otras prefieren mantener la mente ocupada para no "conectar" con la pérdida. Es muy normal sufrir con aquellas situaciones que te recuerdan dolorosamente a tu gato, como aquella mesa donde desayunabas y el se empeñaba en meter la pata en tu taza de café, la diversión y juegos a la hora de acostarse con tu pié escondido bajo las sábanas, o el lugar de la casa donde siempre dormía escondido y ahora insoportablemente vacío. Incluso es normal tener la sensación de verle corretear por la casa.

Te parecerá que nunca vas a olvidar a tu querido gato. Pero, con el paso del tiempo, el dolor y la pena se aliviarán. Y, cuando llegue el momento, es posible que te sientas preparado para abrir tu hogar a un nuevo amigo que seguramente necesitará de un compañero humano que le quiera. Pero ahora, desde Animalia, queremos ayudarte a darle la última despedida. A despedirle como se merece para que puedas recordarle para siempre.