Descripción del producto
Árbol de hoja perenne de hasta 20-25 metros de altura, de copa amplia y frondosa en ejemplares bien conservados. Corteza gris-parduzca con numerosas rugosidades, muy cuarteada. En las dehesas, las continuas podas deslucen el aspecto de la copa.
Hojas variables morfológicamente, desde lanceoladas hasta casi orbiculares, de margen liso a provisto de dientecillos punzantes, verde oscuras y lampiñas por el haz, grisáceas por presencia de pelillos blanquecinos por el envés. Los nervios secundarios forman con el principal un ángulo más abierto que en el alcornoque y suelen desdibujarse antes de alcanzar el borde. A finales de verano se presenta una yema, de 3-5 milímetros, mayor que la de los alcornoques.
PERÍMETRO DEL TRONCO DE LA ENCINA
La encina es un árbol que puede alcanzar sin esfuerzo hasta los 20 o 25 metros de altura, de copa amplia y frondosa en ejemplares bien conservados. Corteza gris-parduzca con numerosas rugosidades, muy cuarteada. En las dehesas, las continuas podas deslucen el aspecto de la copa.
De hoja perenne, éstas son variables morfológicamente, desde lanceoladas hasta casi orbiculares, de margen liso a provisto de dientecillos punzantes, verde oscuras y lampiñas por el haz, grisáceas por presencia de pelillos blanquecinos por el envés. Los nervios secundarios forman con el principal un ángulo más abierto que en el alcornoque y suelen desdibujarse antes de alcanzar el borde.
Sus flores son unisexuales, las masculinas de color amarillo, las femeninas, verdosas, poco llamativas. Florece en primavera y sus frutos, las bellotas, maduran en otoño cuando muestran un color marrón oscuro. Las bellotas constituyen la principal riqueza del encinar en áreas donde se emplean en la alimentación del ganado porcino de raza ibérica. La madera es de buena calidad, dura y resistente. La leña es muy valiosa.
Ocupa buena parte de la Península Ibérica y las islas Baleares, siendo una de nuestras especies arbóreas más comunes. Forma desde bosques densos, acompañado de un matorral espeso y numerosas trepadoras, hasta grandes dehesas empleadas desde hace mucho tiempo por el hombre. Se desarrolla sobre una amplia gama de tipos de substratos.
Es de gran importancia paisajística y principal componente de nuestras dehesas, ligadas al desarrollo rural. En zonas del centro y sur, los encinares densos tienen un alto valor cinegético como refugio para todo tipo de especies.
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